viernes, 18 de septiembre de 2009

CANCIONES DE AMOR QUE TE CAGAS-PERDONEN LA SINCERIDAD-







































post data :mis selecciones cada vez estàn peores....

LA TRAICIÒN DEL INFILTRADO-CUANDO EL PERIODISTA ES UN INFILTRADO-

LA TRAICIÓN DEL INFILTRADO

El peor de los traidores es el infiltrado. Pero no toda
traición es deleznable. Algunas sirven para permanecer
fieles a cuestiones más dignas,a luchar por algo más
trascendente o quizá para salvar tu vida o la de otros.
La peor traición es la de un infiltrado-tanto para el
Traidor como para el traicionado-ver por ejemplo los
Filmes DONNIE BRASCO LOS INFILTRADOS
Gracias a los infiltrados se desarman cárteles, redes de
prostitución bandas de delincuentes y complots terroristas. Pero eso
funciona en los diarios y los ministerios policiales.
Pero en los mundos privados, no hay ejercicio más rastrero ni
más inmoral.
Los infiltrados la van de amigos, y usan la mano con la
que te soban para preparar,analizar la
estrategia con la que van a aplastarte. No delatan por
impulso. Para infiltrarse hay que ser calculador,
frío y mentiroso. Y hay que tener, principalmente, una
lealtad de acero con los principios que motivan la
traición. Nada de lo que escuches, de lo que veas, o de
lo que se revele ante tus ojos puede apartarte del
objetivo máximo: apuñalar a tu prójimo y denunciarlo.
.
Hace un tiempo, por ejemplo, supe de la historia de
Antonio Salas,un periodista español que se hizo
pasar por skinhead –neonazi- durante un año, y que gracias a una
infiltración perfecta -que incluyó forrar su casa con
afiches de Hitler, y hacerse amigo íntimo de gente
detestable- dejó al descubierto los funcionamientos del
movimiento neonazi más importante de la ESPAÑA. Su libro,
Diario de un Skin, fue el más vendido
en España durante el 2003, y fue la punta de lanza de
una saga que sigue hasta hoy: un año después, Salas se
transformó en caficho y escribió un libro sobre la
prostitución de alto nivel, y actualmente está
infiltrado en algún lugar de América Latina.

A esta altura, Salas es una marca registrada y hasta el
director Tristán Ulloa hizo una película sobre su vida.
¿Su vida? La gran paradoja es que Salas ya no es dueño
de su propia existencia. No puede ir a la Feria del
Libro a firmar sus decenas de miles de ejemplares
vendidos, asistió al rodaje de la película de Ulloa
haciéndose pasar por otro, da reportajes sepultado bajo
un montículo de anteojos y pañuelos, vive bajo peligro
de muerte, y no se llama, por supuesto, Antonio Salas.

"¿Qué es lo más duro de ser un periodista infiltrado?"
le preguntaron en una nota. "El miedo -contestó Salas,
. el miedo a que te descubran la cámara oculta cuando entras
solo en un local repleto de cien neo-nazis
; o cuando te sientas con un mafioso y boxeador nigeriano
a regatear el precio que
vas a pagar por una de sus chicas; o cuando un
traficante que te esta enseñando armas aprieta el
gatillo y una bala del 9 corto te pasa rozando. Eso es
duro. Cerrar la compra de niñas latinoamericanas vírgenes,
para prostituirlas en burdeles
europeos a 25.000 dólares cada una es durísimo, y
hacerlo procurando contener la rabia y el asco, es más
duro aún. Tener que cambiar tu imagen, tu look, tus
hábitos, es duro. Pero tener que cambiar tu forma de
pensar y de sentir, es decir convertirte de verdad en un
auténtico cabeza rapada nazi, o en un traficante de mujeres 24 horas
al día, es lo peor de todo. Siempre está el riesgo de
transformarte en ellos, y no volver".


Salas dice, a su manera, que traicionar es como
destripar: la garra tiene que ir profunda, vencer las
resistencias y atravesar el cuerpo. Pero principalmente
tiene que regresar cargada. Ese es uno de los
principales .El otro reto, una vez que volviste, es que tus
traicionados no te encuentren.




CAPOTE TRAIDOR E INFILTRADO
Para ser buen periodista a veces hay que saber traicionar.
Ser desleal con sus entrevistados y ganarse su odio eterno.
. El ejemplo más puro y duro de esto es la historia
de Truman Capote quién
alcanzó su pico de esplendor con A Sangre Fría, una
novela que pudo escribirse gracias a que antes hubo una
traición. Para poder reconstruir la matanza de los
Clutter -una familia de campesinos metodistas- Capote se
hizo amigo de Perry Smith, uno de los condenados por la
masacre. Durante seis años, Capote usó todas sus
herramientas -incluida una ternura,una relación afectiva
homoerótica muy fuerte - para
sacarle a Perry hasta la última partícula de su
biografía. Luego, mientras le juraba a Perry que estaba
trabajando para que quedara libre, Capote se sentó a
esperar un destino que en cualquier caso era inevitable:
la horca. Capote necesitaba la ejecución de Perry. Esa
muerte cargaba de sentido a todo el libro -y a todas
esas vidas- y era, periodísticamente, la diferencia
entre una buena crónica y una historia fabulosa. Para
muchos, Capote es el mejor ejemplo de que el periodismo
tiene un fondo descarnado y vil. Para otros, esa
traición abrió las puertas a uno de los mejores alegatos
que existen contra la pena de muerte en Estados Unidos.